Los nkangues o amarres de Palo Monte son rituales ancestrales con raíces en la magia tradicional africana, europea y del Caribe que realizan los brujos paleros para tratar el mal de amores, quitar hechizos y endulzar, encantar, atraer, alejar, separar, etc.

Estos complejos trabajos de magia amorosa afrocubana se elaboran colocando los datos, fotos o rastros de las personas sobre las que se desea influir encima de la firma o símbolo del amarre en cuestión trazada con tiza en el suelo junto al resto de elementos naturales que componen su carga o receta mágica, como ralladuros o fragmentos de determinados palos, yerbas, semillas, tierras y minerales, y realizando ofrendas de aguardiente de caña y humo de tabaco, entre otras sustancias rituales, en la nganga o altar para los nfumbes o espíritus designados para llevar a cabo la obra.

Los paleros también suelen utilizar en sus amarres pequeños muñecos hechos con hojas de maíz, arcilla o madera para, por ejemplo, representar a una pareja que se desea unir o separar abrazados o distanciados, respectivamente; puestos encima de los datos y carga del trabajo, sobre su correspondiente firma o símbolo gráfico trazada en el suelo.

La firma y los ingredientes e indicaciones de cada nkangue o hechizo de amor se averiguan durante los registros o consultas con chamalongos celebrados previamente para estudiar cada caso o situación. En los registros se determina el signo de la persona que encarga el trabajo, y por este signo se descubre el tipo de nkangue que más se adapta a sus circunstancias.

Los amarres paleros destacan por la rapidez con la que trabajan y la belleza e intensidad de sus rituales, que conectan a las personas con la naturaleza y sumergen los sentidos en una experiencia inolvidable.

Si estás pensando en realizar un hechizo de amor, los amarres paleros son una excelente opción, aunque es recomendable elegir a un palero de experiencia y reputación.